"La vida nos alcanza", tinta y acuarela sobre papel, 70 x 50 cms. 2011
"A veces me siento en la silla de mi taller para mirar el cielo a través de la ventana...
y la verdad es que sólo están los edificios como grandes murallas.
Pero la imaginación es un vehículo eficiente... me lleva a todos lados y al tiempo que yo quiera...
Mi obra es el resultado de mi propia existencia, de mis más lejanos recuerdos...
tan distantes como otra vida...tan iluminados que no parecen reales.
Cada verano, los saltamontes irrumpían en el silencio bajo un sol abrazador.
Los árboles de la plaza eran tan nuevos que apenas se contaban algunas hojas.
A lo lejos el sonido indescifrable de una chicharra frotando sus patas en alguna rama.
Ya por Septiembre las nubes blancas surcaban el cielo...entonces me tiraba en los pastos de algún potrero de Chillán Viejo para verlas pasar.
Ante mis ojos un desfile interminable de artefactos y seres fantásticos...
era sólo un niño asombrado con el mundo...
un mundo real... y otro imaginario que brotaba con fuerza de un misterio profundo.
Porque la vida es un misterio...
El arte es una manifestación de mis propios sueños...tal vez una forma de alcanzarlos.
O una manera de decir al mundo lo que llevo adentro...para sentirse humano y parte de todos.
Sólo un recurso...
que al final justifica mi existencia!"
Santiago, Recoleta. Septiembre ´11
